Capítulo 9 Hombre Solo

Luego Dios el SEÑOR dijo,
‘No es bueno que el hombre esté solo;
Voy a hacerle una ayuda adecuada.’
—Génesis 2:18

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Dios diseñó una mujer para un hombre: “… hueso de mis huesos, carne de mi carne” (Gén. 2:23). ¿Entonces porque los hombres nos hemos hecho a un lado y permitido las filosofías feministas para deshonrar el rol de la mujer como esposa, madre, y ama de casa? Los hombres han dado paso atrás porque la mayoría de ellos no tienen la seguridad de para qué la mujer fue creada y designada a ser y hacer. Como vemos en el mundo de hoy que está indoctrinado por los medios de comunicación, los hombres no son hombres y las mujeres ya no más son mujeres. Esto ha sido parte de la agenda del movimiento feminista por años —probar y mezclar los roles. Ahora tenemos confusión e infelicidad en los dos sexos. ¿El resultado? La homosexualidad y el lesbianismo, la carrera desenfrenada en nuestra sociedad!

Parte 1

Creada Única

Creada para el hombre. Debemos buscar el conocimiento encontrado en La Palabra de Dios para definir cómo fuimos creados y porqué fuimos creados. “Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró entre ellos la ayuda adecuada para el hombre.” (Gén. 2:20). “De hecho, el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre;  ni tampoco fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.” (1 Cor. 11:8–9). Al comenzar a moverse en el plan perfecto de Dios para nuestras vidas, entonces podemos vivir la vida abundante de las promesas de Dios en Su Palabra. Nuestras vidas reflejarán la Palabra de Dios, en lugar de  negarla. Otros se convertirán a Cristo mediante el testimonio de nuestras vidas.

Creados hombre y mujer. “Y Dios creó al ser humano a Su imagen, lo creó a imagen de Dios; hombre y mujer los creó” (Gen. 1:27). “Los creó, y los bendijo. El día que fueron creados los llamó seres humanos” (Gén. 5:2). “Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo hombre y mujer” (Marcos 10:6). “―¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”, . . .?’” (Mateo 19:4). Cuando una mujer viste ropa o tiene un corte de cabello que es no femenino o completamente masculino, ella está negando que Dios la creó diferente.

Masculino. Nosotros fuimos creados para ser hombres. No seas engañado por la psicología moderna que pretende hacerte pensar que tú necesitas ser más femenino. Necesitamos aprender la diferencia entre un hombre femenino y un caballero. El diccionario Webster define a un caballero como un hombre de altos principios, honorable, y cortés—no como una dama! La verdad desagradable es que nuestra sociedad es agresiva afeminando a los hombres! ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, . . heredarán el reino de Dios” (1 Cor. 6:9-10). Si tú tratas de cambiar para ser más como tu esposa, ¿qué ejemplo de hombre tendrán tus  hijos? Trabaja en ser cortés pero fuerte; aprende a ser un caballero.

Ropa de hombre y ropa de mujer. “La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer, porque el Señor tu Dios detesta a cualquiera que hace tal cosa. ” (Deut. 22:5). Todos sabemos que la manera en que la gente se viste afecta la manera en que actúa. Cuando una niña se pone un vestido nuevo, su feminidad se eleva y ella se siente con deseos de girar y bailar. Cuando una mujer se pone un delantal, ella se siente más dispuesta a cocinar y hornear para su familia. Cuando ella se pone un vestido bonito, se siente elegante, bella, e incluso romántica. La ropa realmente “hace a la persona.” Desafortunadamente, muchas mujeres se visten y se ven más y más como sus esposos vistiendo pantalones de mezclilla, zapatos atléticos, y cabello muy corto. Hay ciertas mujeres para las cuales el uniforme de trabajo es realmente un atuendo de hombre completo con corbata. Su amaneramiento usualmente refleja lo que ellas están vistiendo. ¿Por qué sucede que las mujeres sí visten ropa de hombre y no al contrario? La razón es porque los hombres simplemente no lo harían. Pero nosotros como esposos y padres nos permitimos ser manipulados al permitir a nuestras esposas e hijas verse como tontas porque un grupo de mujeres feministas nos dice que somos unos puercos machistas si las protegemos.

Hombres, es tiempo de que como cristianos nos apoderemos de esos conceptos de tal manera que podamos comenzar a seguir los principios de La Palabra de Dios que no se han seguido debido a la ignorancia o rebellion,ahora es el tiempo de mostrarnos a nosotros mismos aprobados. “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.” (2 Tim. 2:15). Recuerden, muchos han perecido por falta de conocimiento. “pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto que rechazaste el conocimiento. . .” (Oseas 4:6).

Parte 2

Los dos serán una sóla carne

Dejarán a su padre y a su madre. “Y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo” (Mateo 19:5).  “Así que, ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mateo 19:6). Abandonar físicamente no es exactamente a lo que éstos versículos se refieren, desde lo que sabemos en los días cuando el Viejo Testamento fué escrito, los hijos casados seguirían viviendo con sus padres después de que ellos se casaran. Las Escrituras están hablando acerca de dejar espiritual y emocionalmente. Es una transferencia de lealtad de los padres del hombre hacia su esposa. Le pertenece al hombre tomar sus decisiones para bien suyo y de su propia familia, su esposa y sus hijos. Si tú estás tomando tus decisiones basado en los gustos y disgustos de tus padres, estás perdiendo la cercanía con los deseos de Dios para tu matrimonio Tú debes dejar a tus padres (espiritualmente y emocionalmente) antes de que puedas unirte propiamente a tu esposa.

Se une con su esposa. “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser” (Gen. 2:24). Aferrarse se define como “agarrarse con fuerza a algo.” Esto claramente no está sucediendo hoy, puesto que muchos hombres están dejando a sus esposas. ¿Todavía estás tratando de complacer o de encontrar la aprobación de la familia que tú ya deberías haber dejado atrás? “Pero,” tú puedes estar diciendo, “¿Qué no la Biblia dice que tenemos que honrar a nuestro padre y a nuestra madre?” Debemos honrar a nuestros padres, incluso cuando somos adultos. Sin embargo, en Las Escrituras también se establece muy claramente que nosotros debemos dar honor a nuestras esposas. “De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.” (1 Pedro 3:7).

Cuando tenemos una división entre lo que nuestras esposas piensan o sienten, y lo que nuestros padres piensan o sienten, ¿qué debemos hacer como hombres? ¿A quién debemos honrar? Jesús nos dijo citando Génesis “y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo” (Mateo 19:5). También dijo: “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.” (Mateo 19:6). La razón por la cual muchos hombres no se han unido apropiadamente a su esposa es que no han “dejado” a sus madres o padres.

¿Tú y tu esposa discuten por desacuerdos por tu familia y su familia? ¿Defiendes a tu madre o padre o incluso a tu hermano o hermana cuando hay una disputa, en lugar de ponerte del lado de tu esposa? Si tu familia se está entrometiendo, como pareja, entonces tu no te has aferrado – tú no eres una sola carne con tu esposa.

Testimonio: El esposo de Amber* la había dejado por otra mujer, pero después de aproximadamente dos años, Gloria al Señor, él regresó a casa. Sin embargo, aún habían problemas – todos los cuales parecían estar originados por su familia. Los padres de él se negaban a aceptar la manera en la que ellos, como pareja, estaban criando a sus hijos. Dentro de otras cosas, ellos no aceptaron el hecho de que ellos quisieron educar a sus hijos en casa y ellos tampoco podían entender porqué ellos no querían celebrar la noche de brujas o “Halloween”.

El esposo de Amber ha tratado por años de explicar sus fuertes creencias cristianas a su padre quien no es salvo y a su madre cristiana, sin embargo encontró imposible razonar con sus padres. Además, a pesar de que vivían en estados diferentes, había una llamada telefónica semanal de sus padres la cual usualmente dejaba deprimido al esposo de Amber. Sus padres continuaban controlando, manipulando e intimidando a su esposo a pesar de tener muchos años de casados.

Amber se sorprendió y se preocupó cuando su esposo le dijo que cortaría toda comunicación con sus padres. Ella se sintió responsable,  pero su esposo le aseguró que fue su decisión y que él necesitaba hacerlo de modo que pudiera concentrarse en su relación con ella.

Después de casi siete meses, Amber reportó que ella y su esposo se volvieron más cercanos en una unión de una sola carne que ellos nunca antes habían tenido. Ella no cuestionó o presionó a su esposo para que contactara a sus padres, y tampoco permitió que la falsa culpabilidad le robara la bendición de que su esposo se aferrara a ella y la honrara como su esposa.

Hombres, hagan “lo que sea necesario” para demostrarle a su esposa que ella es la primera en su vida. Cuando ustedes lo hacen, ustedes notarán una cercanía con su esposa que sólo viene cuando ustedes se vuelven uno con ella.

Una sola carne. “Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: “Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará “mujer” porque del hombre fue sacada.’” (Génesis 2:21-23). “Y los dos llegarán a ser una sola carne; así que ya no son dos, sino uno solo” (Marcos 10:8).  “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.” (Mateo 19:6).

Ser una sola carne con nuestras esposas es ciertamente fácil de comprender durante los momentos de intimidad física, pero además de la unidad física, necesitamos ser uno con ella emocionalmente, espiritualmente y mentalmente. ¿Tú y tu esposa tienen las mismas metas y direcciones? ¿Estás permitiendo o fomentando la división en tu hogar? ¿Has alentado o permitido a tu esposa perseguir un título o carrera que finalmente causará división.

Dios creó a la mujer para ayudar y completar al hombre – no para ser un segundo asalariado. Una vez que el matrimonio se lleva a cabo, ellos son “no más dos, sino una sola carne”. Esto significa que ellos viven sus vidas juntos como uno, no como “compañeros de habitación”  donde cada uno tiene una vida aparte del otro. Si tu esposa es la que presiona para la división, ora. Satanás está rugiendo buscando matrimonios para devorar. Si el tuyo se divide, ya no estará (Mateo 12:25, Marcos 3:25, Lucas 11:17).

Es una abominación. “Una sola carne” físicamente sólo puede lograrse con un hombre y una mujer. Hay un vacío en una esposa que fue diseñado para ser llenado por su marido. Dios nos creó hombre y mujer para producir frutos (hijos) de nuestra unión. La homosexualidad es pecado. Es una abominación al Señor. Dado que los medios de comunicación continúan tratando de pervertir nuestra concepción de La Verdad, necesitamos renovar nuestras mentes para alinearnos con lo que está escrito en Las Escrituras. “No te acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer. Eso es una abominación.” (Levítico 18:22).

Como cristianos necesitamos vivir nuestras vidas de manera intransigente, de manera que no tengamos doble mentalidad. “Aborrezco a los hipócritas, pero amo tu ley ” (Salmo 119:113). “...es indeciso e inconstante en todo lo que hace” (Santiago 1:8). “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón! ” (Santiago 4:8). No podemos ser tibios acerca de algo que es una abominación a Dios. No tenga miedo de decir la verdad sobre este tema. (Vea el Capítulo 12, “Fruto del vientre”, para más conocimiento).

Hombre independiente de la mujer.  La unión de una sola carne entre un hombre y su esposa trae hijos como fruto, y sin embargo debemos tener el fruto de nuestra unión emocional y mental: la mezcla de nuestros corazones y nuestros deseos. Dios creó a las mujeres con ciertas necesidades y a nosotros los hombres con ciertas necesidades; nuestras esposas deben llenar los vacíos en nuestras vidas de manera que podamos funcionar como un equipo de trabajo a medida que avanzamos por la vida. Si llenamos nuestros vacíos sin nuestras parejas, el engranaje se resbala. A medida que más llenamos nuestros vacíos apartados de nuestras esposas, más se resbala la relación. Pronto encontramos que no hay nada de lo que nos podamos agarrar.

Muchos de nosotros hemos creído la mentira de que no es bueno ser dependientes uno de otro. El ser dependiente es considerado como la “enfermedad” de co-dependencia de la cual debemos ser curados. “Sin embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre. . .” (1 Corintios 11:11–12). Recuerden, Dios creo un vacío en cada uno de nosotros que solo nuestras esposas pueden (o deberían) llenar. Cuando violamos los caminos de Dios, cosechamos las consecuencias. Nosotros como hombres debemos ser los proveedores, los protectores y los líderes espirituales de nuestras esposas e hijos. Nuestras esposas deben tener hijos (nuestra herencia), nutrir y enseñar a nuestros hijos, dar confort, proveer alimentos para la familia, y mantener un hogar limpio y una casa bien cuidados.

Con Penosos Trabajos. “Al hombre le dijo: ‘Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! Con penosos trabajos comerás de ella todos los días de tu vida.’” (Génesis 3:17). Después de la caída del hombre, el hombre y la mujer fueron castigados cada uno; la mujer daría a luz con dolor, y el hombre tendría que trabajar la tierra con fatiga. Entonces ¿porqué el castigo del hombre a menudo se comparte entre los dos, el hombre y la mujer? Cuando las mujeres ganan su propio dinero, ellas obviamente quieren tomar sus propias decisiones acerca de cómo gastarlo. Cuando las esposas tienen diferentes carreras aparte del hogar y los niños, eso divide los intereses de la pareja y los hace independientes uno del otro.

Protector. Cuando las mujeres se protegen a sí mismas porque ellas comienzan a sentir que pueden o necesitan “pelear sus propias batallas,” ellas comienzan a sentir que no necesitan de nuestra protección. ¿Es tu esposa la que despide al vendedor o la que se deshace del tipo en la puerta – probablemente con más gusto que tú? ¿Has olvidado cómo manejar esas situaciones desde que te casaste con tu esposa? ¿Quién realmente porta los pantalones en la familia? Si tú le dices a tu esposa que lo tome con calma o que se tranquilice, ¿ella te dice que te ocupes de tus propios asuntos, o algo peor? Es nuestro asunto proteger a nuestras esposas e hijos. Entonces ¿qué hacer cuando nuestras esposas continúan tomando el cargo o asumiendo nuestra posición?

Primero necesitamos reconocer que ellas han tomado esta actitud debido a nuestra negligencia. Ya sea que  nosotros no asumimos los desafíos o estuvimos ausentes por nuestros trabajos, pasatiempos o lo que sea. Una vez que podamos admitir esto, entonces podemos confesarlo a nuestras esposas. Entonces, no importando cómo ella acepte los nuevos arreglos, nosotros debemos tomar cada reto que viene contra nuestra familia. Debemos decir que atacaremos a cualquiera que trate de lastimar a cualquier miembro de nuestra familia, ¿pero qué tal manejamos el mal servicio en el restaurante o el reparador grosero?, ¿tus hijos o hijas adolescentes saben que si ellos son algún día irrespetuosos con su madre, van a sufrir serias consecuencias contigo.

Llenen abundantemente la tierra. La Biblia dice que Dios es quien abre el vientre, pero hay alguien tratando de controlar cuántos hijos van a tener tú y tu esposa? ¿Eres tú, tus padres o tus suegros? ¿Cuántas veces has escuchado a un hombre decir que su esposa no quiere tener más hijos? Hubo un tiempo, en un pasado no tan lejano donde eso se podía usar como una razón para que un hombre se divorciara de su esposa. Pero de Nuevo, los movimientos feministas han cambiado todo eso. Ahora es legal asesinar nuestro “error” si el método de control natal falla.

Hombres, despierten! Si ustedes no le están permitiendo a Dios determinar el tamaño de su familia, entonces ustedes están permitiendo que su propia heredad se destruya mediante una nación impía y socialista! Están siendo negligentes con la razón principal por la cual Dios creó a la mujer para el hombre – para ser fructíferos y multiplicarse. “En cuanto a ustedes, sean fecundos y multiplíquense; sí, multiplíquense y llenen la tierra” (Génesis 9:7). Si tu esposa no quiere tener más hijos, es mejor que comiences a orar que Dios le abra los ojos a la Verdad o que le envíe a una mujer de Dios que tenga influencia en ella en el sentido correcto. Y si tú eres el problema, es mejor que dejes de adorar al Dinero Todopoderoso o al Baal de las Posesiones, o bien, dejes de llamarte cristiano porque estás dandole un mal nombre al cristianismo! (Otra vez, vea el Capítulo 12, “El Fruto del Vientre,” para más conocimiento).

Consulten con sus propios esposos en casa. Hermano, ¿eres el líder en los temas espirituales? ¿Tu esposa viene a ti con sus preguntas porque tú eres el líder espiritual? O, ella piensa, “¿Porqué debería yo ir a él? ¿Él qué sabe?, Yo soy quien va a todos los estudios Bíblicos y seminarios!” “Su esposo es respetado en la comunidad; ocupa un puesto entre las autoridades del lugar” (Proverbios 31:23).

Hombres, necesitamos tomar un rol activo en el liderazgo, tanto en casa como en nuestras Iglesias. No dejen su rol como el líder espiritual, el pastor, el maestro de la escuela dominical, o el maestro del estudio Bíblico. Dejen de buscar excusas; comiencen ahora. “Si quieren saber algo, que se lo pregunten en casa a sus esposos; porque no está bien visto que una mujer hable en la iglesia” (1 Corintios 14:35). Hombres, si realmente quieren que su esposa los ame, conviértanse en un poderoso hombre de Dios. Ella se unirá a ustedes como el acero a un imán!

Padre. Como padres, muchos de nosotros hemos sido empujados de nuestro rol o hecho que nos conformemos con el tipo de crianza femenino. Algunos de nosotros hemos sido criticados por la manera que manejamos o tratamos a nuestros hijos, así que a menudo hemos dejado de “intervenir.” Mientras tanto, los medios están tratando de convertirnos en unos padres afeminados, de tal manera que no habrá diferencia entre la maternidad y la paternidad, por lo tanto se convertirá en una simple “crianza.”

Dios a propósito ha provisto a los hijos con una madre y un padre con características distintivamente diferentes. Nuestros hijos necesitan a ambos padres para crecer sin un montón de ataduras o problemas emocionales. Si los roles se mezclan y se distorsionan, quién necesita de un padre? ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y ‘ama a tu prójimo como a ti mismo’” (Mateo 19:19).

Una esposa excelente, quién la puede encontrar? Como esposos necesitamos una esposa que pueda cuidar de nuestras necesidades físicas de cocinar, lavar nuestra ropa, cuidando del hogar, llevar, educar, enseñar y entrenar a nuestros hijos. ¿Alguna vez tú y tu esposa se han declarado “liberales” al rechazar los roles bíblicos del esposo y la esposa en tu hogar? O están siguiendo a Cristo y obedeciendo la Palabra de Dios? “Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas! Su esposo confía plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas. Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida. Anda en busca de lana y de lino, y gustosa trabaja con sus manos. Es como los barcos mercantes, que traen de muy lejos su alimento. Se levanta de madrugada, y asigna tareas a sus criadas. Calcula el valor de un campo y lo compra; con sus ganancias planta un viñedo. Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo. Se complace en la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche. Con una mano sostiene el huso con la otra tuerce el hilo. Tiende la mano al pobre, y con ella sostiene al necesitado. Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia, pues todos están bien abrigados.”

“Es verdad,” probablemente estás diciendo. ¿Quién puede encontrar esta excelente esposa?” Hombres, ustedes pueden estar un poco disgustados ahora mismo mientras piensan en la mujer con la que se casaron, y consideras cómo ella te ha puesto a tí y a tus hijos abajo. Pero antes de atacarla, tú debes preguntarte a tí mismo esta pregunta: Quién es en última instancia responsable de todo lo que sucede en tu hogar? eres Tú. Tú debes ser el marido, padre y líder de tu familia. Pregúntate si tú mismo has animado a tu esposa a ser la “guardiana de la casa”, o si diste pie a que ella se dejara llevar por seguir un título universitario o su propia carrera.

Si estás en una situación que necesita cambiarse, no vayas a tu esposa con nuevas demandas. Ámala. Sé paciente con ella. Escúchala. Compréndela. Si tú verdaderamente la amas y ella lo siente, ella hará cualquier cosa por tí. La aspereza solo resultará en heridas y/o rebeldía.

No se nieguen el uno al otro. Si tú has estado de acuerdo con la manera de pensar feminista y tu esposa se ha liberado de sus deberes como esposa y madre, más que todo tú también te has “liberado” de su unidad física. “Pero, en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo. El hombre debe cumplir su deber conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su esposo. La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa. No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio.” (1 Corintios 7:2–5).

Cuando hay falta de unidad en esta area, debemos llegar a la raíz del problema – nuestros roles están fuera del orden de Dios. Muchos hombres, pretendiendo evitar cualquier confrontación con sus esposas, permite que los problemas en casa los desgasten y eventualmente dan lugar a las debilidades y las tentaciones. “De los labios de la adúltera fluye miel; su lengua es más suave que el aceite...” (Proverbios 5:3). “Con palabras persuasivas lo convenció, con lisonjas de sus labios lo sedujo. Y él en seguida fue tras ella, como el buey que va camino al matadero; como el ciervo que cae en la trampa, hasta que una flecha le abre las entrañas; como el ave que se lanza contra la red, sin saber que en ello le va la vida.” (Proverbios 7:21–23). Hombres, hablar con su esposa no significa confrontarla con el tema. Si tu amorosamente compartes tu corazón y sentimientos con ella, no será tentada a volverse a la defensiva.

El que la contenga . No se engañen a sí mismos al pensar que tú debes “tomar control.” Eso solo te llevará a discusiones. ¿Recuerdan a la mujer contenciosa? “Gotera constante en un día lluvioso es la mujer que siempre pelea. Quien la domine podrá dominar el viento y retener aceite en la mano.” (Proverbios 27:15–16). Hombres, amen a sus esposas como la Biblia lo dice. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella…” (Efesios 5:25).

Parte 3

¿Quién Debería Ser el Líder Espiritual?

Una pregunta que muchas mujeres hacen es “¿Quién debería ser el líder espiritual cuando mi esposo no lo es o no lo será?” O, muchas mujeres dirán, “Yo tengo que ser la líder espiritual de mi hogar porque mi esposo no es ni siquiera cristiano!” ¿Porqué hay tantos hombres descuidando o perdiendo su posición como cabeza de familia?

Su esposo es reconocido. Las verdaderas mujeres cristianas desean que sus esposos sean los líderes espirituales. “Su esposo es respetado en la comunidad; ocupa un puesto entre las autoridades del lugar.” (Proverbios 31:23). Sin embargo, algunas mujeres han decidido que ellas quieren ser las líderes. Y dado que muchos de nosotros hemos sido negligentes en nuestros deberes de liderazgo, hemos dejado a nuestras esposas abiertas para ser engañadas por las enseñanzas de pastores liberales. Así que, muchas de nuestras esposas han sido tomadas cautivas. “Así son los que van de casa en casa cautivando a mujeres débiles cargadas de pecados, que se dejan llevar de toda clase de pasiones. Ellas siempre están aprendiendo, pero nunca logran conocer La Verdad.” (2 Timoteo 3:6–7). Muchas Iglesias están invadidas con hombres débiles y mujeres de temperamento fuerte. Nuestra eficacia como cuerpo de la iglesia ha sido muy obstaculizada por muchos hombres, hombres cristianos, no están tomando los roles de liderazgo que les ha dado Dios! “Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.” (Mateo 5:13).

Cristo es la cabeza del hombre. Cristo es la cabeza de cada hombre, no solo cada hombre cristiano. “Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.” (1 Corintios 11:3).

Enseñar o ejercer autoridad sobre un hombre. “No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime” (1 Timoteo 2:12). “¡Pobre pueblo mío, oprimido por niños y gobernado por mujeres! ¡Pobre pueblo mío, extraviado por tus guías, que tuercen el curso de tu senda!”(Isaías 3:12). Cuando una esposa gobierna la casa, no hay nada más que problemas. Si tu madre o la madre de tu esposa estuvieron a cargo de sus hogares, hay probabilidades de que tu hogar esté siguiendo el mismo patrón. Como hombre cristiano, tú no puedes, en buena conciencia, permitir que esto continúe. Esto no significa ir con tu esposa y demandarle tomar el control. Recuerda, fue a raíz de tu negligencia que las cosas se salieron de orden. Primero tienes que hacer tiempo para orar, leer la Biblia, y meditar. Esto requerirá esfuerzo de tu parte, pero Dios te guiará y dirigirá tus caminos si buscas respuestas en Él. Cuando tu esposa vea la fuerza espiritual demostrada por su amor por ella, tus hijos, y la Palabra de Dios, ella le dará con mucho gusto la posición de liderazgo.

Sean sujetas a sus esposos en todo. Nosotros como hombres no podemos escoger cuándo o si queremos dirigir a nuestras familias. “Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. . .  a sus esposos en todo.” (Efesios 5:22-24). De las Escrituras anteriores se desprende que Dios ha puesto a todos los esposos en el papel de liderazgo espiritual del hogar.

Nadie puede servir a dos amos.  Cuando las cosas se salen de orden en nuestros hogares porque nosotros hemos sido negligentes para dirigir nuestras familias y dirige lo que sucede, nuestras esposas e hijos comenzarán a despreciarnos. Recuerda, si tú has cedido la mayor parte de tu autoridad a otras personas o instituciones, la confusión y la rebelión reinará! “Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.” (Mateo 6:24). Un ejemplo de esto es cuando un hijo que escucha y obedece a sus padres se envía a la escuela. Después de un par de semanas, él comienza a decirle a sus padres que ellos están mal y que la maestro está bien! (Vea el Capítulo 14, “La Instrucción del Padre,” para más conocimiento sobre “escuela en casa” y lo que deberías considerar y orar antes de enviar a tus hijos al colegio.)

Él lo hará. ¿Algunas veces tu esposa actúa como si ella fuera tu Espíritu Santo personal? ¿Porqué hace esto? ¿Podría ser porque tú has sido negligente en adquirir la sabiduría espiritual y el conocimiento necesario para liderar efectivamente tu familia? ¿Tu esposa conoce su Biblia mejor que tú? ¿O, tus hijos están mejor involucrados en las Escrituras que tú? Si tu crees que es demasiado tarde para que aprendas o que estas muy lejos de adelantarte a tu esposa e hijos para liderar apropiadamente, estás equivocado. Desde que Dios nos llamó para ser los líderes de nuestros hogares, Él nos capacitará. Debemos confesar nuestro pecado o negligencia. “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.” (Santiago 5:16). Alardeemos acerca de nuestras debilidades. “pero él me dijo: ‘Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad’. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.” (2 Corintios 12:9). Y por encima de todo, Confía en el Señor. “Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, y Él actuará”. (Salmos 37:5).

Lavado del agua con la Palabra. Hombres, necesitamos entender que lo que decimos a nuestras esposas, lo que leemos a nuestras esposas, y lo que permitimos o animamos a nuestras esposas a que vean es extremadamente importante. “Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante La Palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.” (Efesios 5:25-27). Algunos de nosotros nos quejamos que nuestras esposas nos acosan, nos mienten, o discuten con nosotros. Sin embargo, ¿alguna vez nos hemos detenido a considerar la posibilidad de que ella esté viendo telenolevas todo el día? ¿Ustedes juntos miran las comedias estúpidas de la noche donde los hombres son retratados como bufones y todas las mujeres son comediantes contenciosas? ¿Con qué tipo de películas saturas a tu esposa? ¿Con qué tipo de películas te saturas a ti mismo? La próxima vez que tú y tu esposa o familia se sienten a ver cualquier cosa, solo piensa en lo que están viendo como “video de entrenamiento”, porque el comportamiento ¡se aprenderá y actuará!

La puerta angosta. Hombres, entren por la “puerta angosta” apagando la television. Y dejen de enviar sus cuotas semanales o mensuales a los que odian a Dios en Hollywood a través del cine. “Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella.”(Mateo 7:13).

Por sus frutos los conocerán. ¿Qué tipo de fruto estás produciendo como un esposo y padre cristiano? “Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos?” (Mateo 7:16). Si tú no estas dirigiendo diariamente a tu familia en La Palabra, entonces tú estás produciendo espinas, no frutos. Lees la Biblia diariamente; si es así, por cuánto tiempo? Compara el tiempo que gastas leyendo los periódicos o revistas con el tiempo que pasas leyendo la Biblia. Si no estás pasando suficiente tiempo leyendo La Palabra, ¿qué estás haciendo al respecto? ¿estás poniendo en práctica lo que has aprendido al leer este manual? ¿cualquiera puede ver cambios en tí? “El que escucha La Palabra, pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es.  Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.” (Santiago 1:23-25).

Parte 4

La Relación de Esposo y Esposa

Nosotros los esposos somos los líderes espirituales de nuestros hogares. La Biblia dice que nosotros debemos tener el mismo tipo de relación con nuestras esposas como Jesucristo la tiene con Su Iglesia. Estudiemos Su Palabra juntos y aprendamos más acerca de como nosotros los esposos debemos ser con nuestras esposas.

La Cabeza. “Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y Salvador de la iglesia...” (Efe. 5:23). “Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.” (1 Corintios 11:3).

Aprendimos en el Capítulo 8, “Gobernar Su Propia Casa”, acerca de la relación de autoridad en el hogar. También aprendimos acerca de los beneficios de que nuestras esposas comiencen a sujetarse a nosotros, para su protección y la de nuestros hijos. Las Escrituras comparan a Cristo como la cabeza de la iglesia con nosotros como la cabeza de nuestras esposas. Justo como un buen liderazgo es la clave de una compañía bien dirigida, así sucede con nuestros hogares. ¡Debemos liderar! No dejen pasar este punto – tú debes liderar. Toma el control trayendo soluciones a los problemas que se levantan en tu hogar. Un liderazgo apropiado significa que estas caminando en la dirección correcta (a través de la puerta angosta) y tu esposa e hijos siguiéndote. Muchos hombres quieren “decir” a sus esposas e hijos qué hacer, ¡sin embargo, no están dispuestos a conducirlos!

El Salvador. “Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo” (Efesios 5:23). El esposo es el salvador del cuerpo. Muchos de nosotros actuamos como si nuestra esposa debiera ser la salvadora de nuestra familia. Un ejemplo de esto sería cuando nosotros permitimos, o mas frecuentemente animamos a nuestras esposas a salir y conseguir un trabajo cuando estamos en crisis financiera. ¡Esto solo nos roba una bendición! Tú necesitas llenar tu rol como la cabeza de tu hogar y el Salvador de tu familia. Pon tu fe en Dios. El te dirigirá y te guiará una vez que te comprometas en el liderazgo de tu esposa e hijos.

Creado para llevar las cargas. Nosotros los hombres fuimos creados para llevar las cargas de nuestras familias – solo mira lo anchos y musculosos que son tus hombros comparados con los hombros de tu esposa. ¡Las mujeres incluso han tratado de imitar esos hombros con hombreras! Adicional a nuestra fuerza física, estamos realmente diseñados para trabajar mejor bajo presión. Tal vez creas que no puedes manejar las presiones porque siempre has tenido a tu esposa como tu red de salvación. Pero tu esposa no fue creada para soportar presiones extremas fuera de las áreas en las que ella fue dotada. Dios creó a las mujeres con la habilidad de manejar muchas cosas a la vez. Ellas son capaces de dirigir la casa con todo su mantenimiento, mientras maneja niños de varias edades, personalidades y necesidades. Parece como si las mujeres pudieran hacerlo todo. Pero tú debes recordar que tu esposa es el “vaso más frágil”. Tú has aprendido a protegerla de presiones excesivas y estrés. No avientes todos tus problemas sobre ella o le digas qué tan preocupado estas acerca de esto o aquello. Entrégale tus cargas al Señor.

Son uno. “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo” (Efesios 5:31). También en Efesios 5:28: Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo . . .” “En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo.” (Efesios 5:33).  Hemos escuchado el término “un solo cuerpo” o “una sola carne” cuando consumamos nuestro matrimonio. Sin embargo, estamos fallando en completar “unidad” si no nos unimos con nuestras esposas emocional y espiritualmente.

Santifíquense. Esposos, jugamos un rol grande en la santificación de nuestras esposas, como veremos en las siguientes escrituras: “Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y Se Entregó por ella para hacerla Santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante La Palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable” (Efesios 5:25-27). Esta es una Verdad bíblica que pocos alguna vez notarán. Nosotros los esposos podemos santificar (purificar) a nuestras esposas mientras leemos y compartimos las Escrituras con ellas. ¿Tú lees la Palabra de Dios diariamente a tu esposa? ¿Cómo la iglesia mantiene el cuerpo limpio del pecado que se arrastra hacia la iglesia? Se mantiene limpio leyendo La Palabra de Dios. Con las esposas es de la misma manera. Esposos, ¿cómo están ustedes?

Amen.  “Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia . . .” (Efesios 5:25).  “Así mismo el esposo debe amar a su esposa . . .” (Efesios 5:28). “Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas.” (Colosenses 3:19). Desde que el movimiento feminista llenó la iglesia con mentiras, ha habido una “mezcla” de roles y mandamientos dados para hombres y mujeres. Continuamos escuchando a otros decir que Dios manda a los hombres y a las mujeres a amar a sus esposos y esposas. Este “mandamiento” fue dado solamente al esposo. Actualmente, la única referencia para una mujer de amar a su esposo ha sido dada en Tito. Las mujeres maduras son motivadas a instruir a las mujeres mas jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos.

Deuteronomio 4:2 dice, “No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno . . .” ¿Eso significa que la mujer no debe amar a su esposo? Enfáticamente no! “ . . . y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios” (Efesios 5:2). El rol primario de la esposa es respetar y someterse a su esposo – luego seguirá el amor, amor genuino. “Nosotros amamos porque Él nos amó primero.”  Nuestras esposas nos amarán cuando nosotros les mostremos amor a ellas primero.

Un esposo que muestra amor verdadero por su esposa, en la manera en que la Biblia manda,  les protegerá de la separación y el divorcio. Romanos 8:35 dice, “¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?”

El amor por tu esposa la motivará a hacer lo que le pidas. “El amor de Cristo nos obliga . . .” (2 Corintios 5:14).

Decirle que la amas no es suficiente, deben seguir nuestras acciones “. . . Y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros . . .” (Efesios 5:2).

Estén sujetas. “Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo” (Efesios 5:24). “Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor.” (Colosenses 3:18). “Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.” (Efesios 5:22). Las mujeres también deben ser “. . . sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de La Palabra de Dios” (Tito 2:5). Debemos delegar ciertas tareas, pero nuestro rol es ser la cabeza, y nuestras esposas se deben sujetar a nosotros. Nosotros no debemos permitir que nuestras esposas se sometan a la autoridad de ningún otro hombre (por ejemplo: un jefe, un maestro de la escuela Dominical, o incluso a un pastor). Por favor vea el Capítulo 13, “Proveer Para Los Suyos,” para más conocimiento. Nosotros estamos para ser la autoridad final y última aquí en la tierra para nuestras esposas y nuestros hijos.

Dense a sí mismos. “Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella . . .” Efesios (5:25). El feminismo acaba de destruir el escenario del “caballero de la armadura brillante”. Sin embargo, aquí en la Escritura vemos que debemos ser ese hombre galante que está dispuesto a dar todo de sí mismo por su esposa y su familia. ¿Estás “robándote a tí mismo bendiciones” porque tu esposa es la que siempre “salva el día”? Hombres, ocúpense de gobernar sus hogares. Estén más cerca, no como un huésped, sino como una figura de trabajo, de gobernante. Presten atención a lo que está sucediendo alrededor de su casa, de tal manera que puedan intervenir y tomar decisiones durante esas “mini-crisis” que suceden constantemente. Esto permitirá que su esposa sea suave, tranquila y femenina. Ella entonces te descubrirá, o re-descubrirá, y comenzará a apreciar tu fuerza y liderazgo. Pero debes hacer esto humildemente o ella se resentirá por esa toma de control. Hazlo con una actitud de cuidado. Hazle saber que te has dado cuenta de que la has dejado con toda la carga por mucho tiempo.

Suplir y Proveer. “El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” (1 Timoteo 5:8). Si estás permitiendo (o animando) a tu esposa para que trabaje fuera de casa, entonces  Satanás está usándote para adelantar su agenda de dividir tu casa y robar bendiciones. Deja de jugar en su equipo. Renueva tu mente y mantén cada pensamiento cautivo en la obediencia de Cristo. Esta area se cubre más profundamente en el Capítulo 13, “Proveer para los Suyos.” Por favor comprende que una de las razones más sobresalientes de porqué muchas mujeres están tan infelices y frustradas es porque ellas están tratando de llenar un rol para el cual ellas no fueron diseñadas – el de un proveedor. Si ambos, esposo y esposa están trabajando, quién está en casa? Hombres, el hogar por el cual tú y tu esposa trabajan y se esclavizan está vacío! Tus “pequeñas bendiciones” las está atendiendo y enseñando una pobre imitación de tu esposa. ¿Hay alguna duda de porqué te sientes frustrado y tu esposa se siente insatisfecha?

Aliméntanos. Como esposos, sabemos que se supone que nosotros debemos “traer el pan a la casa,” ¡pero hay también un alimento espiritual del que nuestros niños y esposas están literalmente hambrientos! “. . . pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia . . . ” (Efesios 5:29). Este “alimento” debe venir de La Palabra de Dios. La mayoría de nosotros nos sentimos inadecuados en ésta area. Muchos no saben por dónde empezar. Ora al Señor para que te dé Fortaleza y guía diariamente! Satanás seguramente te atacará en ésta área porque él sabe qué tan poderosamente importante es esto para el desarrollo espiritual de tu familia. El te hará sentir inútil, incapaz y francamente estúpido. El tratará de crear conflictos entre tú y tu esposa o hijos para detener tus tiempos de lectura de La Palabra de Dios juntos. ¿Eres lo suficientemente hombre para pelear contra eso? Concentrate en ganar una batalla a la vez y tu ganarás el impulso necesario para convertirse en victorioso en esta área de la vida espiritual de tu familia. No solo los mandes a los estudios bíblicos, seminarios, escuela dominical y vacaciones de escuela bíblica. Para ser un líder en tu hogar, debes resistir la tentación de dar tu autoridad a otros. Si sientes que no tienes suficiente tiempo, ora a Dios para que te muestre dónde puedes recortar para tener ese tiempo. Hazlo ahora – sólo una pequeña oración – luego obedece.

Una esposa. “Así que el obispo debe ser intachable, esposo de una sola mujer, moderado, sensato, respetable, hospitalario, capaz de enseñar. . . ” (1 Timoteo 3:2). “. . . El anciano debe ser intachable, esposo de una sola mujer; sus hijos deben ser creyentes, libres de sospecha de libertinaje o de desobediencia. (Tito 1:6). En éstos días de multiples matrimonios, recuerden que nosotros como cristianos casados debemos representar una imagen de Cristo y Su Iglesia. La separación o divorcio lastiman nuestro testimonio a un mundo perdido que se está muriendo. Necesitamos mostrarlo a un mundo perdido, mediante nuestro ejemplo, que nosotros debemos ser esposos de una sola esposa. Jesús dijo que dos se convierten en uno sólo, no tres o cuatro se convierten en uno. “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.” (Mateo 19:6). Hermanos, “¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza con la esposa de tu juventud!” (Proverbios 5:18).

¡GOZA

Con La

Esposa De Tu Juventud!

Compromiso personal: Convertirme en el líder espiritual de mi familia. “Basado en lo que he aprendido de La Palabra de Dios, me comprometo a ser el líder espiritual de mi familia, especialmente de mi esposa. Me comprometo a leer La Palabra diariamente y a lavar a mi esposa con La Palabra de tal modo que ella sea sin mancha o imperfección.”

Por favor escriba un DIARIO con el SEÑOR sobre lo que está aprendiendo cada día por los próximos 30 Días para “Curso 2: UHS "Un Hombre Sabio”. 

Cuanto más vierta su corazón en estos formularios, más Dios y nosotros podremos ayudarlo. Estos formularios de la lección se envían a su Equipo de Ministerio para que las lea y le ayuden a evaluar su progreso, ore por usted y más adelante, para que su Ministro de Compañerismo determine a quién elegir para su Compañera de Animo cuando comience la Reconstrucción.