Capítulo 1 "La Paz de Dios"
“A todos los. . . amados de Dios.
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro
Padre y del Señor Jesucristo.”
—Romanos 1:7
Amado hermano en Cristo,
Usted se encuentra en una crisis en su vida y en su matrimonio. Su esposa lo ha dejado (o usted ha dejado a su esposa o le ha pedido a ella que se vaya). Sin embargo, “a los que aman a Dios, todas las cosas les (pueden) ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
Usted ha pasado por varias pruebas en su disturbado matrimonio. Si usted quiere que las cosas le ayuden a bien, debe primero amar a Dios y luego desear que se cumpla su propósito en su vida. Su propósito para su vida ahora mismo es que se acerque más a Él, que le permita tranformarlo más a su imagen. Y cobre ánimo, pues Dios ha dicho: “No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5).
Dios no se ha apartado de su lado, “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4). Estoy seguro que el “valle de sombra de muerte” describe cómo usted se siente sobre su situación, pero Dios ha permitido esto por su propio bien. Sólo después va usted a brillar como el oro. “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra” (1 Pedro 1:6,7). Lo más importante que ha de hacer ahora es “estad quietos, y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46:10), y seguir el camino de Dios. Mire que todo lo que haga o diga sea según la Escritura; esté seguro de que sigue la Biblia con consistencia.
No es la intención de Dios permitir (ni desea) que su matrimonio acabe. Recuerde que Jesús dijo: “¿No habéis leído que . . . el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?... por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:5,6). También, “Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio” (Malaquías 2:16).
Satanás es el que quiere destruir su matrimonio. Recuerde, “el ladrón (Satanás) no viene sino para hurtar y matar y destruir” (Juan 10:10). No crea en sus mentiras: “y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5). No le permita que le robe a su esposa. No le permita que destruya a su familia, su vida, a sus hijos, y que le robe su futuro. Siga el camino de Dios, escudriñe la Biblia, permitiendo que El lo santifique “con el lavamiento del agua por la palabra” (Efesios 5:26).
Ore, crea lo que dice la Escritura, no lo que vea, “es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). “Pero sin fe es impobsible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
Nadie sino Dios sabe exactamente por lo que usted está pasando ni las respuestas que usted necesita ahora mismo. Al orar (cuando usted habla a Dios) y oírlo (cuando lee su Palabra, la Biblia), Él puede darle la victoria que tiene para usted. No escoja seguir lo que digan los demás: los del mundo, amigos en la iglesia, o cualquiera que le dé consejo diciéndole algo que haya oído o leído. Si usted ora y lee la Palabra de Dios, Él le dirá primero en su corazón o durante su lectura de la Biblia, luego otro confirmará la dirección en la que Él quiere que usted proceda.
La mayoría de la gente, cristianos o no, le dicen cosas que suenan bien y que le caen bien a la carne. Pero si no siguen la Escritura, ¡es erróneo! “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos” (Salmo 1:1). Cuando es de Dios, por lo regular parece locura (como defender su matrimonio cuando los demás le dicen “¡escápate¡) y siempre necesita la ayuda del Espíritu Santo para llevarlo a cabo. No es impulsivo ni rápido para actuar. Dios casi siempre dice “¡Espera!” Muchas veces durante la espera Él cambia la situación.
Dios dijo que Él es el “Admirable, Consejero, Dios fuerte” (Isaías 9:6). ¿No desea usted lo mejor? ¿No le gustaría tener un consejero que conoce el futuro, que de verdad puede hacer volver el corazón de su esposa? Solo hay Uno que le puede señalar el camino correcto. ¡Confíe en Él y solo en Él! Hay tantos matrimonios quebrantados en la iglesia como los hay en el mundo. No siga a otro cristiano, a un consejero cristiano, o a un pastor que da el consejo del mundo en vez del de Dios.
Tristemente, muchos matrimonios son destruidos por los asesores matrimoniales. Ellos le dirán que su situación no tiene esperanza. Pero ¡gloria a Dios! ¡Sanar una situación sin esperanza es exactamente lo que Dios hace mejor! “Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26). Colabore con Dios. Y no crea que sin la ayuda o cooperación de su esposa su matrimonio no puede ser salvado o mejorado. “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él” (2 Crónicas 16:9).
No hay dos situaciones exactamente iguales; sin embargo, su Palabra tiene aplicación a toda situación. “nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación con que nosotros somos consolados por Dios” (2 Corintios 1:3,4).
Escudriñe su Palabra después de orar. “Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis” (Mateo 7:7). “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” “Santiago 1:5,6). ¡Usted debe tener fe! ¿Y de dónde viene la fe? ¡De Él! ya que “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto” (Santiago 1:7). Esta lista le ayudará a seguirlo: Confíe y crea que Dios puede y quiere restaurar y volver a formar, a usted, su matrimonio, y a su familia.
Dios no tiene a ninguna otra persona para usted, ni tampoco cree que usted escogió a la persona errónea. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6). “Y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno” (Marcos 10:8). Si acaso usted pensando en volverse a casar, no es una opción. Ese segundo matrimonio tiene la posibilidad de menos de 20 % de éxito. ¡La posibilidad de que volverá a pasar por otro divorcio es 8 de 10! Luego pasa al número tres y cuatro. Deténgase ahora, cualquiera que sea el número en que está. ¡Hay una manera mejor! “Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón” (Salmo 31:24). “Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres” (Salmo 60:11). También vea Salmos 108:12. (Por favor lea el capítulo 11, “Se unirá a su esposa” para más conocimiento.)
No hable con los demás sobre su situación. Hable con Dios. Escudriñe su Palabra buscando la respuesta.“Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis” (Mateo 7:7, Lucas 11:9. El es el “Consejero, Dios fuerte” (Isaías 9:6). No ande “en consejo de malos” (Salmo 1:1). Y “porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:37). Tenga especial cuidado de jamás compartir nada acerca de su esposa o su situación con otra mujer (así es como se comete adulterio emocional, que a su vez, resultará en adulterio físicio).
“El chismoso aparta a los mejores amigos” (Proverbios 16:28; también Proverbios 17:9). (Vea el capítulo 4 “Punzadas de una espada”, y Oseas 4:6 para más conocimiento). Pida a Dios un compañero de oración hombre que creerá en la Palabra de Dios con usted para recibir victoria en su matrimonio. Apártese de los grupos de solteros y grupos de apoyo, que son simplemente “fiestas de conmiseración” o recuperación de divorcio.
Pare toda disputa con su esposa. Hay tantas Escrituras sobre este tema, páginas y páginas que podrían ser escritas en maquinilla para usted. He aquí solo unas cuantas: “Ponte de acuerdo con tu adversario pronto” (Mateo 5:25). “El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; deja, pues, la contienda, antes que se enrede” (Proverbios 17:14). “Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio” (Proverbios 17:28). “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1). “Honra es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella” (Proverbios 20:3). Y, “su deseo busca el que se desvía, y se entremete en todo negocio” (Proverbios 18:1). ¿Ha sido usted un hombre iracundo? (Vea el capítulo 3 “El hombre iracundo” y “Las armas de nuestra lucha” en el capítulo 9 para más conocimiento).
Quite todo odio o herida, luego trate de mirar amorosamente en los ojos de su esposa. ¿Ha decidido no perdonar a su esposa por lo que ella le ha hecho a usted o a sus hijos? La falta de perdón es muy peligrosa. Pedro preguntó cuántas veces debía perdonar a su hermano que pecó contra él: “¿Hasta siete?” Pero Jesús respondió: “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete” (Mateo 18:22). ¡Eso es 490 veces! Mire a Dios para la habilidad de perdonar. “Los que miraron a él fueron alumbraods, y sus rostros no fueron avergonzados” (Salmo 34:5). Se necesita humildad para perdonar. “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mateo 23:12, Lucas 14:11, Lucas 18:14). (Para más conocimiento lea el capítulo 6 “Bienaventurados los mansos”, en la sección “El perdón”).
Vea a su esposa como Dios la ve. Primero necesita perdonarla y a cualquiera que esté asociado con ella (amigos, familia, compañeros de trabajo, u otro hombre). (Otra vez, vea el capítulo 6 “Bienaventurados los mansos” en la sección “El perdón” sobre los peligros de no perdonar). Entonces usted estará listo para orar por la mujer que Dios quiere que su esposa sea. Deje de ver las cosas malas que ella hace.En vez de eso, pida a Dios que le muestre lo bueno que ella hace, y especialmente lo bueno que ha hecho para usted en el pasado. Dé gracias a Dios por estas cosas y tome tiempo para dar las gracias a su esposa cuando la vea. Si su esposa lo ha abandonado, no la siga llamando. Pero si usted ha dejado a su esposa o le ha ordenado que salga de la casa, usted debe llamarla y pedirle su perdón. Este punto es crítico (por favor no deje de leer el capítulo 6, “Bienaventurados los mansos” bajo el perdón). Entre más espere, más grande será la posibilidad de cometer adulterio, si es que todavía no ha ocurrido.
Hable bondadosa y amorosamente a su esposa cuando tenga la oportunidad de hablar con ella. “Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos” (Proverbios 17:22). Usted no tiene que gozarse por sus problemas matrimoniales, solo gócese porque El lo tiene bajo su control. Dé gracias por todo lo que su esposa ha hecho por usted. El agradecimiento es bondad en acción (otra vez, vea el capítulo 4 “Golpes de espada” para más conocimiento).
No oiga el chisme ni a nadie que trate de darle malos informes sobre su esposa. El amor “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser” (1 Corintios 13:7,8). Quizás su esposa dice que no tiene ninguna relación con otra persona; pero usted sabe que ella sí tiene una relación con otro. Sin embargo, usted debe creerle. No es que usted sea estúpido o inocente. Usted está expresando amor sin condición, o agape.
A veces es su familia o sus amigos más íntimos los que lo tratan de persuadir que se divorcie o que despache a su esposa por las cosas que ella ha hecho o hace. Usted debe mantenerse firme en su resolución, pero hablar tiernamente. “Vete de delante del hombre necio, porque en él no hallarás labios de ciencia” (Proverbios 14:7). Dios dice: “El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno es como el que toma al perro por las orejas” (Proverbios 26:17). “El que anda en chismes descubre el secreto; no te entremetas, pues, con el suelto de lengua” (Proverbios 20:19). “No descubras el secreto a otro” (Proverbios 25:9).
Tampoco trate de averiguar qué es lo que hace su esposa. Si usted sospecha que hay otra persona o si usted sabe que hay otra persona con la que ella tiene una relación, haga lo que Dios dice: “Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes adelante” (Proverbios 4:25). “No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová srá tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso” (Proverbios 3:25,26).
¡No se enfrente con su esposa ni con los otros que participan en el asunto! Esa es una red que Satanás ha tendido. No se deje atrapar. Muchos caen en esta trampa. ¡Tenga cuidado! Una vez el pecado salga a la luz, usted será mofado y perderá la ventaja que Dios le ha dado. Recuerde que el amor “todo lo cree” (1 Corintios 13:7).
¡No trate de averiguar dónde está si ella no se lo ha dicho! ¡Esta el protección de Dios para usted! Quizás satisfaga su curiosidad, pero las consecuencias son todas negativas. Es difícil mantenerse firme en su confianza en el Señor cuando no puede confiar en usted mismo para caminar en fe y obediencia. Debe evitar todo lo que parezca maldad. Use este tiempo para escudriñar la Palabra de Dios.
Esté quieto, espere en Dios. Vaya a su cuarto de oración y comience a pelear la batalla por medio de la oración de rodillas ante el Señor.
No se apresure a tomar ninguna decisión. En este momento usted no está pensando claramente y ciertamente actúa más bien con emoción que con sabiduría. “Aquel que se apresura con los pies, peca” (Proverbios 19:2). “El avisado mira bien sus pasos” (Proverbios 14:15). “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25). “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es caminos de muerte” (Proverbios 14:12. “¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él” (Proverbios 29:20). “La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella” (Proverbios 16:33). “El sabio teme y se aparta del mal” (Proverbios 14:16). No se apresure a hacer cambios como establecer un “horario de visitas”. No se apresure a divorciarse. Dios “ha dicho que él aborrece el repudio [divorcio]” (Malaquías 2:16).
¿Ha ido a su esposa con sus necesidades, temores, o problemas, sólo para que ella lo rechace? Apréndase de memoria esta cita bíblica “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus requiezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19). “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí espera en Jehová” (Salmos 27:13,14).
Si de verdad quiere ayuda, recuerde, “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él” (Proverbios 16:7). En vez de suplicar, tome esta oportunidad para dar las gracias a su esposa y encomiarla por la manera en que lo ha cuidado a usted y a sus hijos a través de los años. Esta es la manera de Dios. Se llama contentamiento.
Parte de su problema puede ser la carrera de su esposa fuera del hogar. ¿Se adelantó usted a la provisión de Dios sólo para encontrarse con deudas? Luego sintió la necesidad de que su esposa trabajara. Ahora su casa queda vacía mientras su esposa trabaja, sus hijos están en una guardería, y usted tiene su propio apartamento. ¡Satanás es un ladrón!
Pronto usted perderá la casa por la que tanto trabajó. Deje que Dios salve su casa, a su familia, y su matrimonio. Vuélvase a Él. (Por favor lea el capítulo 8 “Maneja su hogar” en Un Hombre Sabio: El hombre sabio edifica su casa sobre la Roca, el insensato sobre arena, que está disponible por medio de RestoreMinistries.net.)
¿Alguna vez dijo a su esposa que se fuera? ¿La dejó usted? Hemos visto demasiados esposos que han dicho a su esposa que se vaya, que se han ido ellos, o que han buscado a otra mujer. Cuando una pareja se separa, se consideran “solteros” (¡aunque todavía no lo son!). La separación es el primer paso al divorcio, y el divorcio es un error que cambia la vida.
Al sugerir que su esposa busque a otro o al irse usted o amenazar que se irá, usted ha dado ese primer paso hacia el divorcio. ¿Acaso no es el momento de volverse antes que las cosas pasen a más? El mundo y Satanás lo han convencido que esta separación o divorcio hará todo mejor, ¡pero esa es una mentira! Si eso fuera verdad, 8 de cada 10 personas no se divorciarían en ese segundo o subsiguiente matrimonio. “Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone” (1 Corintios 7:12).
Si su esposa se ha marchado, usted debe dejar de perseguirla, poniéndole presión, o aun estorbarla en su camino. Ella sólo tratará más de alejarse de usted o correr hacia la maldad.
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores. . .” (Salmo 1:1). El único estorbo en el camino debe ser un cerco de seto (Oseas 2:6). Usted debe leer el libro de Oseas en su Biblia. En este libro tenemos una oración basada en el cerco de setos. Oréla todos los días por su esposa. “Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios” (1 Corintios 7:15).
Pero yo ya estoy divorciado. Nunca es demasiado tarde, aunque el divorcio ya haya tomado lugar. Muchos se vuelven a casar con su anterior cónyuge después de haberse divorciado. “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21). Dios específicamente pidió a su profeta Oseas que volviera a casarse con su esposa, Gomer, aun después que ella le había sido abiertamiente infiel. “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá; Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora” (Oseas 2:7). “Me dijo otra vez Jehová: Vé, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera” (Oseas 3:1). Dios usó la historia de Oseas y Gomer para mostrar su compromiso para con su propia novia (la iglesia) y su fuerte posición sobre el matrimonio.
No permita que sus hijos vean su enojo ni su resentimiento ni su dolor hacia su esposa. Esto sólo hará que ellos tengan malos sentimientos hacia su madre. No culpe a su esposa por su situación. Tenga cuidado de hacia dónde vuelve el corazón de sus hijos. “A todo lo que quiere lo inclina” (Proverbios 21:1). ¡El Señor ha permitido estas pruebas en su vida y en la vida de sus hijos “por un tiempo” para poder acercarlos más a Él, para cumplir su obra en todos ustedes, y luego volverlos a acercar para su gloria! Cuando no hay nadie a quien culpar, usted puede verlo a Él. Cuando usted está más cerca de Él, ¡Él puede cambiarlo más para que sea más como Él! “Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados” (Salmos 34:5).
No permita que sus hijos hablen mal de ni a su madre. Usted debe exigir respeto para su madre (¡ya sea que tengan 5, 15 o 25 años!). “Honra a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20:12, Deuteronomio 5:16, Marcos 7:10). Si usted ha hablado mal de su esposa, primero pida perdón a Dios; luego pida perdón a su esposa; y por último, pida perdón a sus hijos. Pues “el que encubre sus pecados no prosperará” (Proverbios 28:13). Luego comience a edificarla ante los ojos de sus hijos (y de los suyos). (Vea el capítulo 7 “Golpes de espada”). Recuerde, se le hará difícil reforzar el respeto para la madre de ellos si usted no honra a su esposa. “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7).
No permita que sus hijos se vuelvan desobedientes. “El hijo necio es pesadumbre de su padre” (Proverbios 17:25). Muchos padres consienten a los hijos cuando tienen la oportunidad de verlos. Esto sólo hará que su esposa lo resienta. Sus hijos están confusos por ahora, de modo que debe darles clara dirección. (Para más conocimiento vea la lección 14 “La Instrucción de tu padre” enUn Hombre Sabio.Este está disponible por medio de Restore Ministries.) De nuevo, se le hará difícil enforzar esto si usted exhibe falta de control. Concéntrese en ser un buen padre junto con su esposa aunque no vivan juntos.
Tenga cuidado de no tomar el camino “más fácil”. Puede parecer el camino más fácil, pero al final es el camino que lleva a más tristeza, más pruebas, más dificultades, y más dolor de corazón que los que ahora experimenta. Nosotros que hemos pasado por matrimonio difíciles, separación y/o divorcio, queremos animar, pero también le advertimos contra cualquier idea, libro, u otras personas que lo persuadirán a seguir el camino del mundo, que siempre termina en desastre. Si el mundo lo aprueba, como cristianos, sabemos que es el espacioso camino que lleva a la destrucción. Angosto es “el camino”, ¡y pocos son los que lo hallan! “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13,14). Usted debe buscar ese camino angosto en todas sus decisiones – la forma en que habla a los demás, la manera en que maneja las pruebas por las que está pasando.
Por favor tenga cuidado de lo que lee. Los libros que se basan en la filosofía o que son escritos por psicólogos o asesores matrimoniales le llenarán la mente de pensamientos destructivos. Tenga cuidado de los libros que abarcan los siguientes temas como “amor firme”, “sazone su matrimonio”, y los que enseñan la “codependencia”. Hemos visto el daño que han tenido estas ideas en la destrucción de matrimonios y en los que los han consultado en desesperación.
Mire a Dios solamente y a los que piesan como usted para que lo alienten a defender su matrimonio. Por favor vaya al Consejero (la Palabra de Dios), que es gratis, y ahórrese dinero y salve su matrimonio. Aléjese de los “profesionales”. Todo profesional tiene sus métodos y creencias. Hay muchos asesores matrimoniales y libros escritos sobre los problemas en el matrimonio. Si supieran todas las respuestas, ¿por qué es que hay una epidemia de divorcios?
¿Dónde comienza? ¿Qué debe hacer? Comience a pasar su casa destruida a la roca. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y gopearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mateo 7:24,25). “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable” (Proverbios 24:3,4).
Comience a alabar a Dios en todo. “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15). “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4).
Aprenda a orar de verdad.“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ezequiel 22:30). Subyugue todo pensamiento. “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5).
Comience a renovar su mente para ser como la de Cristo y mire la situación como Dios la ve, desde arriba. Obtenga Un Hombre Sabioy trabaje en él con un amigo. Obtenga un “Libro de Promesas de la Biblia” en su librería cristiana local (muy barato) y manténgalo en su maletín, en el escritorio en el trabajo, o en el guardaguantes de su automóvil. Búsquese un lugar privado para orar si es que sus hijos o su esposa viven con usted. Usted necesita un lugar designado de refugio para meditar sobre las promesas de Dios para usted.
Renueve su mente. Consiga varias tarjetas de 3x5 pulgadas y escriba varios versículos bíblicos que pueda usar para renovar su mente, para luchar en el Espíritu (la Espada del Espíritu es la Palabra de Dios), o para ir a ellas cuando experimente un ataque de ira, temor, duda, o mentiras. Manténgalas siempre con usted y léalas una y otra vez. Deje de hablar tanto de sus problemas. Oiga a Dios, lea su Palabra. El Salmos 1 le da una promesa: “en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche, será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará” (Salmos 1:2,3).
Hay ayuda. Esto quizás sea sólo el comienzo de su prueba. Le sugerimos que lea este material repetidas veces y también Un Hombre Sabio. Luego trabaje en él con un hombre que lo apoyará. Nosotros lo estamos apoyando mientras usted batalla para salvar su matrimonio. “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante” (Eclesiastés 4:9,10). “Y las manos de Moisés se cansaban. . . y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro del otro” (Exodo 17:12). Arregle una rutina para las noches. De nuevo, para la mayoría este es un momento difíficil para permanecer firme y no volverse a los bares u otros lugares en los que podría faltar de cumplir con su compromiso.
Advertencia: No hable mal ni comparta nada sobre su esposa con nadie. No descuide su vida de oración y su lectura personal de la Biblia. ¡Tenga extremo cuidado de no ser oído por sus hijos o por su esposa si entran cuando usted menos lo espere!
¿Por cuánto tiempo? Muchos preguntaron cuánto tiempo duraría su separación o cuánto duraría su prueba. Quizás le ayude si piensa en ello como un viaje: cuánto tiempo se tome depende de usted. Cuando el Señor le muestre un área en la que Él está trabajando, trabaje “con Él”. Muchas veces nos dejamos por la vida diaria. Esto también es una batalla espiritual en la que Satanás trae las preocupaciones del mundo para ahogar la Palabra. Satanás también trae situaciones, emergencias, otras crisis, que apartan nuestra atención para evitar que lleguemos a nuestro destino – ¡que es restaurar nuestro matrimonio y nuestra familia!
Con mucha frecuencia nuestro camino parece haberse “estancado”. Entre más nos estanquemos, más nos conformaremos con nuestra situación tal como esté. Esto no es decir que podemos hacer que Dios haga las cosas antes de su tiempo, que no hemos de aprender a estar conformes o que cuando Dios dice “espera” tenemos el poder de aligerar las cosas. Pero, muchas veces Satanás nos engaña para que dudemos de dar el siguiente paso de obediencia. Si usted fuera a dar un viaje y se detuviera a cada pocas millas para ver el mapa, o se detuviera para llamar a la persona que le dio las direcciones, o regresara pensando que no dobló donde debía, le tomaría más tiempo llegar a su destino. Sólo dé el primer paso de obediencia. Confíe en Él. Espere en Él.
Oremos por usted ahora mismo. . . “Amado Señor, por favor dirige a este hermano durante la dificultad en su matrimonio. Y sus oídos oirán una palabra detrás de él que le dice: ‘este es el camino, camina por aquí, cuando se vuelva a su derecha y cuando se vuelva a su izquierda.’
Por favor dele seguridad cuando vea que caen a su lado mil y diez mil a su diestra. Ayúdale a saber que si te sigue, Señor, no le pasará nada a él. Escóndelo bajo tus alas protectoras. Ayúdalo a encontrar la senda estrecha que le llevará a la vida, la vida abundante que tú tienes para él y para su familia. ¡Señor, te pedimos un testimonio de que este matrimonio atribulado o quebrantado ha sido sanado, de modo que nuestro hermano pueda usarlo para tu gloria! Te daremos toda la gloria y el honor. Amén.”
¡Hay más ayuda!
AyudaMatrimonial.com
Estamos ansiosos de tener la oportunidad de ayudarle. Hasta entonces, déjeme orar por usted ahora…
“Querido Dios, por favor guía a este hermano tan especial durante los problemas en su matrimonio. Ya sea que se desvíe a la derecha o a la izquierda, entonces sus oídos percibirán a sus espaldas una voz que le dirá: este es el camino; síguelo (Isaías 30:21).
“Por favor, asegúralo cuando él vea a miles caer a su derecha y diez mil a su izquierda; ayúdalo a saber que si él te sigue a Ti, nada le afectará. (Salmo 91:7) Escóndelo debajo de tus alas protectoras.
“Ayúdalo a encontrar el camino estrecho que lo lleva a la vida, la vida abundante que Tú tienes para él y para su familia. Señor, oro para tener un testimonio cuando este matrimonio con problemas o roto sea sanado y restaurado ¡para que Tú lo puedas usar para tu gloria! Te daremos a Ti todo el honor y la gloria. Amén.”
Por favor comienza este diario con EL SEÑOR tomando en cuenta todo lo que está aprendiendo cada día por los próximos 30 días para "Restaurar su Matrimonio."
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