Capítulo 13 "Él me guiará"
“Y se llamará Su nombre
Admirable Consejero,
Dios Poderoso,
Padre Eterno,
Príncipe de Paz.”
—Isaias 9:6
Mi esposa me pide divorcio. ¿Qué debo hacer?
Muchos cristianos, consejeros y aun pastores le aconsejarán a que contrate a un abogado para protegerse a usted mismo y sus propiedades, no sea que su mujer “se quede con todo”. Aun así, al enfrentarse con este dilema, vaya a la Escritura en busca de consejo y al “Gran Consolador” para su respuesta. “Y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de paz.” Isaías 9:6. Escudriñemos las Escrituras en busca de respuestas a estas preguntas difíciles. “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá.” Mateo 7:7.
¿Quién entendió la mente del Señor? “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?” Romanos 11:33,34. ¡Antes que nada, debe hablar con el Señor primero! El le guiará. Usted debe oírle a Él.
¡Ay de los hijos que se apartan! “¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto.” Isaías 30:1,2. Egipto representa nuestro deseo de las cosas del mundo.
Mas a ti no llegará. “Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa.” Mateo 5:40. Muchos hombres se preocupan de que su esposa se aproveche de ellos. Si usted actúa como si ella fuera el enemigo y pelea, ella también peleará. ¿No lo ha hecho así en el pasado? Muchos tendrán “historias de horror” de otros que se han divorciado para meterle miedo y usted se busque un buen abogado. Recuerde: “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.” Salmo 91:7. Al contrario: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” Romanos 12:21.
Osa ir delante de los injustos y no delante de los santos. “Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?” 1 Corintios 6:1. Esta es una escritura muy firme. ¿Osamos ir contra Dios? En algunos estados, sería una violación de la ley no comparecer ante la corte al demandársele divorcio. Pero en otros estados, ni debe ni tiene que comparecer. Cerciórese, y no se deje llevar por lo que digan otros de que “tiene que” hacer esto o aquello. Mi esposa, Erin, tomó este versículo al pie de la letra cuando de mi parte recibió papeles de divorcio. Ella ni firmó los papeles ni compareció ante el tribunal. ¡Y Dios libró a nuestra familia! ¡Gloria a Dios!
Hemos de juzgar a los ángeles. ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?” 1 Corintios 6:2,3. Dios nos hace ver qué ridículos somos al mostrarnos lo pequeño e insignificante de los asuntos de este mundo en comparación con nuestra vida en el cielo.
Ante los incrédulos. “Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?” 1 Corintios 6:5,6. Cuando la Iglesia abandona su responsabilidad de enfrentarse a sus miembros, el pecado abunda sin freno, y el gobierno toma la iniciativa.
Más bien sufrir el agravio o ser defraudados. “Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.” 1 Corintios 6:7,8. He ahí su respuesta. Si entra usted en la corte con su cónyuge, ya es una derrota para ustedes. Dios dice que es mejor sufrir el agravio o ser defraudados (ser engañados o embaucados). La mayoría de los hombres con quien hablo, que enfrentan el divorcio, están tan interesados en lo que pueden sacar: cuánto dinero tienen que pagar en apoyo económico y discutiendo sobre bienes. ¡Si no se permite usted la “posibilidad” de sufrir agravio, terminará con enojo y amargura, y así también su esposa! Recuerde: “el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra”. Mateo 13:22. Es aquí donde debe ser generoso con su esposa y usar la generosidad para mostrar su amor hacia ella. “Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, vé con él dos. Al que te pida, dale.” Mateo 5:40-42.
Nadie verá al Señor. “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Hebreos 12:14. ¿Es su deseo actuar como Jesús actuó? Jesús “no respondía con maldición” (1 Pedro 2:23), y él era del todo inocente. Permita que Dios empiece una buena obra en la vida de esposa al sembrar semillas de vida y no darle ya más a Satanás combustible para destrucción. Permita que su esposa vea a Jesús en usted. Nosotros apagamos la obra del Espíritu Santo cuando hacemos las cosas como “queremos” en vez de como “debemos”. ¡Hágalo a la manera de Dios!
Quítense de vosotros. “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia." Si usted sigue con el divorcio, y especialmente si tiene un abogado, habrá maledicencia y enojo. Esto es lo que es el divorcio. Tiene que quitarlo de usted.
Vana es la ayuda del hombre. “Danos socorro contra el adversario, porque vana es la ayuda del hombre.” Salmo 108:12. He oído numerosas historias de cómo la gente intenta liberarse a sí misma. ¡Deje que Dios incline el corazón de su esposa! Tiene usted su promesa: “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él.” Proverbios 16:7.
Confiar en Jehová. “Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.” Salmo 118:8. Un abogado no es sustituto para el Señor. Si usted piensa que ha de tener tanto a un abogado como la protección de Dios, el versículo que sigue le explicará por qué están en directa oposición lo uno con lo otro.
Cuya confianza es Jehová. “Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.” O es usted bendecido o es maldecido. Usted decide.
Estad quietos. “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.” Salmo 46:10. Ponga sus problemas en sus manos. Deje de enojarse por todo y deje de estar hablando de sus problemas con todo el mundo. ¡Esté quieto! Si su esposa ya ha comenzado con los trámites del divorcio, y ya usted se ha humillado y se ha apartado de sus malos caminos, entonces siga estos pasos:
A paz nos llamó. Explíquele a su esposa que usted hará lo que ella quiera en lo que toca a divorciarse de usted. Dígale que seguirá amándola pase lo que pase. Déjele saber que no “la culpa” por querer divorciarse de usted. “Pero si el incrédulo se separa, sepárese ... a paz nos llamó Dios.” 1 Corintios 7:15. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores....” Salmo 1:1.
Blandura de la lengua. Dígale a su esposa que usted no le resistirá ni peleará con ella en el divorcio y que no contratará a ningún abogado que le represente. (Si tiene un abogado, despídale.) Comparta con su esposa que usted confía en ella y que sabe de su pasado que ella hará lo correcto para todos los que estén involucrados. “La blandura de la lengua” (Proverbios 6:24) añade persuasión.
Él odia el divorcio. Diga a su esposa que usted ha cometido tantos errores en el pasado que no quiere cometer más al firmar los papeles del divorcio. Debe recordar que Dios “aborrece el repudio” (Malaquías 2:16).
Todo es posible. Si usted ya ha iniciado o ha participado en el proceso jurídico para el divorcio, no todo está perdido. Pida perdón a Dios y también a su esposa. Muestre que está dispuesto a volver a juntar a su familia. Dios comenzará a sanar ahora. “Para Dios todo es posible.” Mateo 19:26. Si es que usted se ha quedado con un abogado, otra vez despídale inmediatamente – si es que desea la defensa del mejor. Luego ore así: “Señor, no hay nadie sino tú que nos ayude en la batalla entre los poderosos y aquellos que no tienen fuerza; así que ayúdanos, oh Dios nuestro Señor, porque en ti confiamos, y en tu nombre hemos venido contra esto; oh Señor, Tú eres nuestro Dios; que ningún hombre prevalezca contra ti.” Véase 2 Crónicas 14:11.
Más tenaz. Si es que ya ha pasado por el divorcio, es posible que su esposa esté sintiendo amargura, resentimiento, o acaso un fuerte enojo contra usted en este momento. Ore que Dios perdone las transgresiones de usted y que borre las malas memorias que tiene ella (Salmo 9:5) y las reemplace con buenos pensamientos. Ore con más ahinco y sea lo más dulce posible en toda oportunidad que tenga con su esposa a fin de volver a ganársela. (Otra vez, “la blandura de labios añade persuasión”.) Recuerde: “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.” Proverbios 18:19. (Véase el capítulo 9: “Las armas de nuestra milicia”.)
Lo cual habría soportado. Dios comprende lo que usted está pasando. “Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad...Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él [ella]; sino tú, hombre [mujer], al parecer íntimo[a] mío[a], mi guía, y mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos....” Salmo 55:6-8; 12-14. Dios comprende.
Hurtar y matar y destruir. Si es usted quien ha “volado”, vuelva a su casa. ¡Su ausencia sólo esta causando que Satanás se declare de nuevo el vencedor porque otra vez ha logrado dividir y conquistar! Recupere el terreno que él le ha robado. ¡Es un ladrón! “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10. ¡Dele a Dios la victoria y el testimonio dándole vuelta a la situación para su gloria! ¡En vez de botar “su cruz” (su matrimonio en problemas), vuelva a tomarlo y siga a Jesús! Ahora, si es ella quien le ha dicho a usted que se vaya, usted tiene que “esperar en el Señor”. Espere que sea El quien le vuelva el corazón de ella a usted. (Vuelva a leer el capítulo 10). Una vez que ella haya visto el cambio en usted, le pedirá que vuelva al hogar.
Tome su cruz cada día. Esté seguro de que su cruz no es más pesada de lo que El dispuso para usted. Tiene que sacudir toda falta de perdón y toda amargura o el peso será demasiado para poder llevarse y, a la larga, usted no podrá seguir adelante. “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Lucas 9:23.
Para ti no hay diferencia alguna. “¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.” 2 Crónicas 14:11.
CREER Y OBEDECER
Muchos hombres que dicen que están a favor de su matrimonio dicen que creen, pero no obedecen. Tiene usted que orar con desesperación, tanto que ha de obedecer la Palabra de Dios pase lo que pase. ¿Cuán importante es salvar su matrimonio? ¿Lo suficientemente importante como para obedecer su Palabra?
Que recibirá cosa alguna. Si usted no obedece a Dios con ciega obediencia, no debe esperar nada de El porque es usted de doble ánimo. “No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” Santiago 1:7,8. “Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley.” Salmo 119:113.
Fe por mis obras. Si usted dice que tiene fe para estar a favor de su matrimonio, entonces póngala en “acción”. “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” Santiago 2:14,18. Hay tantos hombres que escogen “creer” en vez de “obedecer” a favor de su matrimonio. ¡Oiga, todos siguen “creyendo” por su matrimonio, pero ni uno ha sido restaurado!
Sácalo, y échalo de ti. Otra vez, ¿cuán fuerte es su deseo de ver restaurado su matrimonio? ¿Está usted lo suficientemente desesperado como para hacer lo que sea necesario a fin de salvarlo? Si usted no cree que Dios le llama a esa clase de obediencia, considere lo que dice Jesús: “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; ; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Mateo 5:29,30. A través de todo el capítulo 5 de Mateo, Jesús nos está llamando a un nivel más alto de obediencia que el que era esperado de los del Antiguo Testamento. Lea este capítulo para ser motivado a obedecer, ¡aun hasta el punto de parecer como un fanático! Si lo que usted está haciendo ahora no le parece “loco” a los demás, usted necesita ser más radical en su dedicación a su matrimonio.
Por cuanto eres tibio. No se busque abogado. Déjeme decirle esto una vez más: Si tiene uno, despídale. Todos los que conocemos que trataron de persuadir a otros que está bien comprometer los principios que están escritos en este libro siguen viviendo una vida de solteros.
Quizás no sea esto lo que usted quiere oír. No es lo que quisiéramos escribir tampoco, pero debemos resistir el dejar que nuestro corazón gobierne lo que está escrito por El o El dejará de usarnos. Todos tenemos que ser como Pedro en la obediencia. Cada vez que se le pidió que hiciera algo, como permitir que Jesús lavara sus pies, ¡se iba de pies a cabeza! Pedro incluso se fue de cabeza (¡literalmente!) cuando Jesús le pidió que saliera del bote y caminara sobre las aguas. El fue el único que siguió a Jesús con dedicación fervorosa, ¡y fue sobre la confesión de Pedro que la Iglesia fue edificada! Aun así, Jesús reprendió a Pedro por su falta de fe. ¡Y de la misma manera reprende a la Iglesia por ser tibia! “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” Apocalipsis 3:16.
¿Cuánta fe tiene usted? ¿Suficiente como para dar un paso adelante y permitir que el Señor pelee por usted en vez de un abogado? Mi querido hermano en Cristo, suelte a su abogado y tome la mano de Jesús.
Compromiso personal: confiar en Dios solamente. “A base de lo que he aprendido en la Escritura, me comprometo a confiar en el Señor para que El pelee esta batalla por mí.”
Por favor comienza este diario con EL SEÑOR tomando en cuenta todo lo que está aprendiendo cada día por los próximos 30 días para "Restaurar su Matrimonio."
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