En las Ăşltimas semanas, hemos discutido cĂłmo ser bendecidos en el 2020. Para revisar esto, hemos aprendido tres principios:
Principio #1Â Dios QUIERE Bendecirlo!
Principio #2Â Sufrimiento y tristeza nos ayuda a alcanzar la madurez para disfrutar las bendiciones.Â
Principio #3 Para ser bendecido, debe amarlo lo suficiente para obedecerlo.
Principio #4Â Para ser bendecido, usted debe meditar en su Palabra
“Sino que se deleitan en la ley del Señor
meditando en ella dĂa y noche.
Son como árboles plantados a la orilla de un rĂo,
que siempre dan fruto en su tiempo.
Sus hojas nunca se marchitan,
y prosperan en todo lo que hacen."
Si utilizamos el Salmo 1 como nuestra guĂa, vemos que promete que SI meditamos en la Palabra de Dios hasta el punto de que estamos pensando en ello todo el dĂa y tambiĂ©n por la noche, vamos a ser como un árbol que ha sido firme y sĂłlidamente plantado por corrientes de aguas, que da su fruto cuando es su temporada y su hoja no se marchita o se secan, y, con más emociĂłn- en CUALQUIER cosa que hagamos, vamos a prosperar!
Yo sĂ© lo que escribĂ no es palabra por palabra y la puntuaciĂłn tambiĂ©n está lejos de ser el versĂculo que peguĂ© arriba, pero eso es porque he escrito de memoria, de mi corazĂłn, están todos los adornos que he llegado a experimentar en mi propia vida.
Cuando tuve mi primer contacto con este versĂculo, yo creĂa esta promesa tanto, que es el primer versĂculo que hice un punto de memorizaciĂłn. En realidad, yo aprendĂ de memoria el primer Salmo el lunes despuĂ©s de que escuchĂ© este principio por primera vez cuando yo estaba asistiendo a un seminario. En ese momento de mi Viaje de RestauraciĂłn, mi marido se habĂa ido por un año y ocho meses.
Yo creĂa lo que decĂa este versĂculo, y lo tomĂ© como su promesa para mĂ y, como se sugiriĂł en el seminario, empecĂ© memorizando todo el Salmo 1. Antes de esto, de hecho, habĂa guardado muchos versĂculos en mi corazĂłn al escribir escrituras en tarjetas de 3Ă—5.
Salmos 119:11(NTV)— "He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. “NBLH” En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti."
PermĂtanme decir tan claramente como puedo, que si usted memoriza sĂłlo este UN principio va a cambiar su vida, al igual que cambiĂł mi vida para SIEMPRE! Desde que meditaba sobre este versĂculo, nunca he sido la misma.
¿Cómo? ¿Por qué?
Porque por encima de todo, Dios es fiel a sus promesas. AsĂ que cuando las tomamos como Su promesa para nosotros y creemos, con fe, que Él es fiel y todas sus promesas para nosotros es “¡SĂ! ” y ” ¡AmĂ©n! ” Y nosotros se las decimos a Él de vuelta, tendrán Ă©xito.
IsaĂas 55:11 (NBLH)—
"AsĂ será Mi palabra que sale de Mi boca, No volverá a MĂ vacĂa Sin haber realizado lo que deseo,Y logrado el propĂłsito para el cual la enviĂ©."
La primera cosa que me di cuenta cuando empecĂ© a tratar de memorizar este versĂculo era que me parecĂa decirlo una y otra vez—dĂa y noche. Fue entonces cuando se convirtiĂł en Su promesa viva para mĂ. Se convirtiĂł en una parte de mĂ . Y muy pronto me di cuenta de que, sĂ, lo yo hice, prĂłspero!
No, mi matrimonio no fue restaurado durante la noche; en realidad al mes siguiente fue cuando mi esposo se divorciĂł de mĂ. SĂ©, tambiĂ©n, que el enemigo continuĂł burlándose de mĂ diciendo, ” Hey asĂ es cĂłmo vas a prosperar! Memorizando las Escrituras y su marido la divorcia!” Pero, esta fue mi prueba de fe, y sin una prueba, ÂżcĂłmo podemos tener un testimonio?
ÂżDe quĂ© otra manera puede Dios conocer nuestro corazĂłn? Recuerda, Él dice: ” Yo, el Señor, pruebo el corazĂłn, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno segĂşn sus caminos, segĂşn los resultados de sus acciones.” JeremĂas 17:10. Puede que no sepamos nuestros propios corazones, ya que tambiĂ©n se dice “el corazĂłn es más engañoso sobre todas las cosas, y perverso, ÂżquiĂ©n lo conocerá?” JeremĂas 17: 9 AsĂ que es por eso que Dios nos pone a prueba.
Asà que, si demostramos ser fieles y no lo “canséis de hacer bien” (Gálatas 6:9) entonces ” Él es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6
Por cierto, todos y cada uno de los versĂculos que he “escondido en mi corazĂłn sobre no pecar contra ti” ha demostrado mĂ transformaciĂłn por medio de la renovaciĂłn de mi mente. Luego, cuando fue cambiada mi mente, mi corazĂłn tambiĂ©n cambiĂł, y si eso no fuera suficiente, Dios tambiĂ©n promete a cada uno de nosotros, como hemos estado compartiendo, que vamos a PROSPERAR en todo lo que hacemos !Guau!
Ahora, cuando hablamos de obedecer y cumplir con las condiciones de sus promesas, Principio #3 Para ser bendecido, debe amarlo lo suficiente para obedecer, es evidente que necesitamos saber y entender lo que Él nos pide obedecer.
* Por cierto. Si huyes de la nociĂłn de “memorizar” versĂculos de la Biblia, cada versĂculo de la Biblia que escribĂ anteriormente fue escrito desde mi memoria. Su Palabra que habĂa escondido en lo profundo de mi corazĂłn, al simplemente escribir versĂculos en tarjetas de 3Ă—5 y leerlas por la mañana (al momento de despertarme), una vez en la noche (antes de ir a dormir), y cada vez que sabĂa que iba a necesitar una inyecciĂłn de ánimo (que durante mi Viaje de RestauraciĂłn era todo el tiempo!).
Ahà es donde “la renovación de nuestra mente” con la Biblia — la meditación de la Escritura — de ser lavados en Su palabra —es tan importante. Para poder cambiar o transformarse, necesita la fuerza renovadora de su Palabra. Es necesario meditar en ella, es decir, pensar en ello una y otra y otra vez!
ÂżQuĂ© versĂculo de la Escritura debe meditar?
Comience con la promesa con la que comenzamos nosotros, que abre todas las demás! A continuaciĂłn, pase a los versĂculos que usted lee en nuestros recursos, ya que cada uno de esos versĂculos se derramaron de mi corazĂłn despuĂ©s de que terminĂ© mi Viaje de RestauraciĂłn. Ellos se plantaron allĂ cuando Dios permitiĂł que mi matrimonio se desmorona, dejándome un corazĂłn tierno o buena tierra en la que plantar su Palabra.
“Pero aquél en quien se sembró la semilla en tierra buena, éste es el que oye la palabra y la entiende; éste sà da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta por uno.”
Hace poco recibĂ una carta de alguien que puso en duda la autenticidad de nuestro testimonios de matrimonio restaurados, porque, dijo, que sonaban como un comercial de nuestros recursos. Le asegurĂ© que eran autĂ©nticos y que simplemente preguntamos a los hombres y mujeres si habĂa recursos que recomendarĂan que ayudarĂa a los hombres y mujeres que, como ellos, tambiĂ©n tienen el deseo de restaurar su matrimonio.
Muchos de los que cuestionĂł eran de hombres y mujeres con matrimonios restaurados, que tenĂan/tienen una cosa en comĂşn; cada uno de ellos renovaron su mente con los principios y los versĂculos que habĂa escondido en su corazĂłn que Dios condujo a la restauraciĂłn de su matrimonio.
Era la Palabra de Dios, que los transformĂł; que era la Palabra de Dios que me transformĂł. Será la Palabra de Dios que lo transformará a usted. Por lo tanto, cuanto más lea, medite, y despuĂ©s de leer y meditar en Sus promesas un poco más, más se va a transformar en una nueva persona. ÂżCuánto quieres ser transformado, determinará quĂ© parte de su dĂa, semana o mes que pasa en la Palabra de Dios y en Su presencia.
Asà que, una vez más, recordemos el Principio # 4 — Para ser bendecidos, debemos meditar en Su Palabra.
Los que escriben con matrimonios restaurados suenan diferente que el mundo, Âżno es asĂ? Ellos parecen hablar la Palabra en todo lo que dicen. Esto se debe a que han sido transformados por la renovaciĂłn de sus mentes. Que pasa contigo? ÂżCuánto de su dĂa se gasta en su Palabra y cuánto ÂżPasa en la renovaciĂłn de su mente?
Si usted nunca ha tenido tiempo para memorizar las Escrituras, comience esta semana. Escriba un solo versĂculo que usted cree que es una promesa que Dios tiene para usted. EscrĂbalo en una tarjeta de 3Ă—5 y tome tiempo para marcarlo en su Biblia y simplemente lĂ©elo dos veces todos los dĂas. Muy pronto usted estará pensando en esa promesa ” dĂa y noche” Y usted comenzará a tener sed de Su palabra.
Mateo 5:6 (NBLH) “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.
Entonces, cuando menos se lo espera, usted encontrará que en cualquier cosa que haga, usted comenzará a prosperar!
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